Las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) son los principales organismos de auditoría del sector público en un país. Su tarea principal consiste en examinar si los recursos públicos son gastados de forma económica, eficiente y eficaz, de conformidad con las normas y reglamentos vigentes. El buen funcionamiento de las EFS es importante para confirmar que los controles están operando de manera efectiva, identificar el despilfarro y sugerir formas en las que las entidades gubernamentales pueden funcionar mejor.
Esta guía, de la OCDE, destaca la necesidad de que los socios para el desarrollo establezcan vínculos más fuertes con las EFS y sus partes interesadas clave para que puedan comprender mejor lo que se necesita. Otras lecciones clave son:
- desarrollar y apoyar proyectos de desarrollo de capacidad a largo plazo para las EFS, con base en evaluaciones detalladas del contexto político y planes estratégicos bien elaborados;
- contratar a las EFS para que realicen la auditoría de los proyectos respaldados por los socios para el desarrollo, proporcionando orientación y capacitación, cuando se requiera;
- abogar a favor de las EFS ante los gobiernos, parlamentos y organizaciones de la sociedad civil, entre otros, de países en desarrollo, ayudando a elevar el perfil de las EFS y fomentando la utilización de sus hallazgos para lograr un cambio positivo en el uso de los recursos públicos; y
- utilizar los resultados de las auditorías de las EFS en las conversaciones con los ministerios de finanzas y ministerios responsables por el gasto público –en particular en las áreas clave para el alivio de la pobreza tales como educación y salud, al igual que en los ministerios que tienen impacto en la creación de riqueza tales como obras públicas y aduanas– para ayudar a asegurar que el trabajo de las EFS sea aprovechado a fin de lograr cambios beneficiosos.